Cómo tender un puente entre dos almas

El que sufra penas de amor, debería intentar “el correo de fuego”. Es un método de comunicación con el alma de la persona querida, que podría ayudarle a enamorarla o a conquistarla de nuevo.

El amor es algo muy hermoso, al menos cuando todo funciona como lo deseamos. Desafortunadamente no siempre es así, algunas veces cuando nos enamoramos de alguien que no nos corresponde, o si la persona amada nos abandona, eso nos puede causar gran dolor, sufrimiento y tristeza.

Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha intentado mejorar sus posibilidades en el amor y con ese fin ha desarrollado una gran variedad de rituales. Aparte de los hechizos, con los que se intenta conquistar a la persona deseada, si es necesario incluso contra su voluntad, existen otros métodos que facilitan el contacto con el alma del ser querido y promueven el entendimiento mutuo.

Si desea un comienzo nuevo o simplemente volver a entrar en contacto con su ex pareja, y eso no es posible de manera convencional, entonces “el correo de fuego” puede ser el método ideal para conseguirlo, pues ofrece la posibilidad de comunicarse espiritualmente con la persona querida. Se trata de una carta dedicada al alma de su ser amado que actúa como una especie de mediador.

Mediador espiritual

Así es como funciona: Tome una hoja de papel y pretenda escribir una carta a la persona amada, es importante que lo haga a mano, pues al ser más personal es también más efectivo. Después del saludo inicial, comience con la frase: “Te pido perdón por todo lo que he hecho mal desde tu punto de vista y te perdono todas tus ofensas contra mí.” Con esas palabras se neutralizan desde un principio todas las vibraciones negativas que existían entre las dos almas en cuestión.

A continuación apunte todo lo que desea decir al alma de la persona querida, las cosas que le afligen y le duelen y también los sentimientos positivos. Es muy importante que sea honesto y que no omita nada, describa sus miedos y preocupaciones junto a sus deseos y sueños. No tendrá ningún sentido que escriba esta carta, si lo único que menciona son cumplidos halagadores y juramentos amorosos. Sólo funcionará si la carta es verdadera y entabla una comunicación abierta y sin rodeos. Dependerá de lo que tenga que comunicar a su alma querida, si su carta es larga o breve, el contenido está en sus manos y lo único que tiene que tomar en consideración es su honestidad y sinceridad. La fórmula de despedida es igual que la de una carta convencional, deberá también incluir el lugar, la fecha y la hora de su redacción, para darle a la carta un carácter formal y ritual.

Cuando acabe con la carta y tal como ya lo indica su nombre, “el correo de fuego” deberá ser incinerado. Entonces queme la carta sobre una superficie incombustible, como, por ejemplo, la pila o la fregadera. Esto lo deberá hacer en nombre de un poder superior, elija el que para usted tenga el mayor significado, puede ser el Dios Cristiano, un ángel, Buda o el mismo universo. Si la carta no se quema del todo al primer intento, puede volver a incendiarse. Si la llama, sin embargo, se apaga una y otra vez, eso puede ser una indicación de que el alma del destinatario no está accesible o dispuesta a comunicar, algunas de las razones pueden ser bloqueos o miedos. De todos modos, el mensaje de la carta le alcanzará.

“El correo de fuego” se utiliza para establecer la comunicación y entablar el contacto espiritual de las dos almas en cuestión, sobre todo, si las personas han dejado de hablarse o desde hace tiempo no ha habido ningún tipo de acercamiento entre ellas. Es un método muy útil cuando se trata de restablecer relaciones perdidas, con ex parejas o antiguas amistades, y también sirve para facilitar el contacto con una persona deseada, de la que se acaba de enamorar y quisiera conocer. “El correo de fuego” puede crear un puente espiritual con el alma de su objeto de deseo y animarle a dar el primer paso. En estos casos deberá omitir las primeras dos frases de la carta, pues todavía no habrá nada que perdonar…

Bálsamo para el alma

Después de cierto tiempo, en algunos casos pueden ser sólo unas horas y en otros quizás unos cuantos días, la persona en cuestión le contactará a través de una llamada telefónica, un correo electrónico o un  mensaje de texto. Esos son los casos ideales, pero menos frecuentes. La mayoría de las veces el primer contacto es de tipo espiritual y puede tratarse de un sueño o de una sensación, que le recuerde a la persona amada. En esos casos notará que sus almas han entrado en contacto y ha habido algún tipo de comunicación. Algunas veces, después de enviar “un correo de fuego”, se ha observado el fenómeno, de que el nombre de la persona amada se mencionaba con mucha frecuencia, o de que su música favorita se tocaba en la radio u en otros lugares mucho más de lo normal. En otros casos el contacto establecido se manifiesta a través de símbolos clásicos, como el aparecer de dos tórtolas a la mañana siguiente.

La tasa de éxito del “correo de fuego” es muy alta, si se consideran todos estos casos. Si, de todos modos, cree no haber recibido una respuesta, puede repetir este ritual. Deje pasar una semana antes de volverlo a intentar, para no parecer demasiado insistente ni exigir demasiado del alma de la persona querida. Para que el siguiente mensaje sea efectivo deberá escribir y redactar la carta de nuevo, una mera copia no tendrá ningún impacto.

El hecho en sí de escribir este tipo de carta ya tiene gran valor y un efecto positivo para el autor. Muchas personas han hecho la experiencia de que al escribirla se han desbloqueado sus barreras emocionales y han encontrado ahí una salida para los sentimientos negativos que se habían acumulado en su interior. De modo que “el correo de fuego” sirve también para analizar el propio bienestar emotivo y espiritual y puede tener un efecto catártico.

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