Las propiedades curativas de la cúrcuma

La raíz de esta planta asiática es un buen remedio contra los altos niveles de colesterol y azúcar en la sangre.

Muchas personas conocen la cúrcuma (lat. curcuma longa) como una de las especias más importantes en la cocina india. En el sur y sureste asiático esta planta herbácea, que aquí conocemos también bajo el nombre de azafrán cimarrón, azafrán de la India o jengibre amarillo, y que de hecho está relacionada con nuestro jengibre, es apreciada desde hace más de 4000 años. Su color amarillo intenso hace que la raíz de la cúrcuma sea, sobre todo, uno de los principales ingredientes del curry.

Como especia, la cúrcuma, no sólo sirve para dar buen color y un sabor picante a las comidas, sino que también tiene un efecto digestivo, ya que sus aceites esenciales ayudan a producir jugos gástricos y ácidos biliares. Estimula en primer lugar la descomposición de la grasa, previniendo así la sensación de pesadez y evitando los gases, al mismo tiempo baja el nivel de colesterol, que a su vez reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Mientras que en la India se conocen las propiedades curativas de la cúrcuma desde hace siglos, su uso medicinal en el mundo occidental es relativamente nuevo. En 1930 el ingrediente activo de la raíz de la cúrcuma fue incluido por primera vez en nuestra farmacopea oficial.

Una gran variedad de aplicaciones

El efecto favorable de la cúrcuma se demostró, sobre todo, para la purificación y desintoxicación del cuerpo. Al ingerirlo las toxinas son desviadas del hígado, lo que evita que este órgano enferme e impide trastornos biliares. Al mismo tiempo, esta raíz fortalece la función del bazo y ayuda a la formación de la sangre, lo que a su vez nos aporta más vitalidad.

Además la cúrcuma reduce el nivel de azúcar en la sangre, ayuda a mejorar las consecuencias de una diabetes y, por lo tanto, beneficia notablemente la calidad de vida de las personas diabéticas. Los ingredientes activos de la cúrcuma también tienen un efecto hipotensor, aumentan las defensas del organismo, tienen propiedades antiinflamatorias, que nos protegen contra las infecciones y alivian también los dolores reumáticos.

La cúrcuma tiene además dos características maravillosas: sus efectos positivos se producen rápidamente y no se conocen casi efectos secundarios. Este “remedio milagroso” está disponible en diversas formas. Lo más complicado sería comprar las raíces enteras, secarlas y molerlas finamente, pero no es necesario, pues la cúrcuma se puede comprar ya en forma de polvo e incluso en cápsulas. Las cápsulas tienen la ventaja de que pasan enteras por el estómago y liberan los ingredientes activos en el intestino.

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